Para blanquear los dientes, no es necesario utilizar productos químicos abrasivos que puedan dañar el esmalte. Además del clásico bicarbonato de sodio, aquí tienes 5 consejos de abuela para blanquear tus dientes en casa y sin riesgo.
Algunos alimentos (salsas, dulces) y bebidas (café, té) manchan mucho más los dientes, dándoles un color amarillento o marrón apagado con el tiempo. Existen remedios naturales mucho menos abrasivos que el uso de productos químicos dentales para recuperar el brillo, la vitalidad y la blancura de los dientes.
1-Limón
El bicarbonato de sodio y el limón son la fórmula mágica para conseguir unos dientes blancos. Gracias a su acidez, el limón hace que los dientes sean más blancos y brillantes. Gracias a la vitamina C que contiene, también fortalece y limpia las encías.
¿Cómo lo hago? Puedes cepillarte los dientes con un poco de zumo de limón recién exprimido y aclarar con agua limpia. Para una cura blanqueadora, pon una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio (50 a 75 g) en el zumo de medio limón. Cepíllate los dientes con esta pasta dos o tres veces al mes, pero no más, para no dañar el esmalte.
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