3- Ajo, limón y aceite de oliva
La alicina y el ajoeno son compuestos sulfurosos del ajo que activan la circulación sanguínea. Según un estudio, la suplementación con ajo aumenta el flujo sanguíneo periférico. El efecto antiinflamatorio del ajo permite reducir la hinchazón de las varices y las molestias que pueden causar.
El limón es un cítrico rico en vitamina C, B6, A, E, ácido fólico, tiamina, ácido pantoténico, niacina y riboflavina. También tiene un alto contenido en cobre, calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc. Su principal vitamina C actúa como antioxidante para proteger las células contra los radicales libres. La combinación de ajo, limón y aceite de oliva es un combo eficaz para reducir las varices y la inflamación inherente a esta condición.
¿Cómo se prepara este remedio?
- Empieza por machacar 10 dientes de ajo hasta que se conviertan en una pasta que pondrás en un recipiente.
- Añadir el zumo de 3 limones y 4 cucharadas de aceite de oliva.
- Mezclar y dejar toda la noche.
- Al día siguiente, aplicar este preparado en la zona afectada, dos veces al día, durante un mes.