La lejía tiene potentes propiedades desinfectantes que la hacen bactericida, virucida, fungicida e incluso esporicida. En resumen, puede destruir cualquier microorganismo. A pesar de ello, cada vez más gente se aleja de ella. Hay que recordar que es peligroso para la salud y el medio ambiente, especialmente cuando se utiliza de forma incorrecta. También es muy fácil de sustituir, sobre todo porque no contiene tensioactivos, lo que lo hace inútil para la limpieza. Sin embargo, todavía hay fans acérrimos de la lejía que la consideran la panacea y el mejor producto de limpieza, y que a veces la utilizan de forma peligrosa. Para estas personas, descubra lo que nunca debe «limpiar» con lejía.
1) Lavado de ropa
Mucha gente utiliza la lejía para lavar la ropa, los trapos y los manteles. Sin embargo, la lejía tiende a amarillear la ropa y a dañar las prendas frágiles. Es mejor utilizar un blanqueador seguro como el percarbonato de sodio. El percarbonato de sodio es excelente para blanquear, manchar y devolver el brillo a la ropa deslustrada.
2) La taza del váter
Limpiar el inodoro con lejía es un clásico en muchos hogares. Sin embargo, este producto no tiene poder de limpieza. Así que simplemente blanqueará las manchas, que volverán rápidamente con el tiempo. También hay que recordar que la taza del váter está cubierta de restos de orina. Cuando la orina se mezcla con la lejía, forma un gas tóxico. Esto no sólo es peligroso para el planeta, sino también para su salud. Al menos recuerda dejar la lejía al sol durante dos días antes de verterla en el inodoro para evitar cualquier riesgo.
3) Placas de inducción: no limpiar nunca con lejía
¿Busca la mejor manera de arruinar sus placas de inducción de forma rápida y sencilla? Pues la solución es muy sencilla: ¡limpiarlos con lejía! Están hechos de un material muy frágil que se dañará irremediablemente. Es mejor utilizar vinagre blanco, piedra de arcilla o blanco de Meudon.
4) Acero inoxidable
La lejía no se recomienda para el aluminio ni para el acero inoxidable. Existe el riesgo de que dañe permanentemente sus fregaderos, utensilios y electrodomésticos. Son materiales sobre los que este líquido puede ser especialmente corrosivo. Si tiene intención de conservar su fregadero de acero inoxidable durante mucho tiempo, evite este error.
5) En una sartén quemada
Cruzar el umbral de la cocina con un producto no apto para el consumo y peligroso para la salud no es una buena idea en sí misma, pero si lo utilizas mal, te expones a grandes riesgos. En primer lugar, como ya se ha explicado, la lejía tiende a corroer los metales. Por lo tanto, puede dañar sus utensilios. Además, hay quien incluso calienta o hierve la lejía en la misma sartén. El calor no sólo desactiva la lejía, haciéndola inútil, sino que además libera vapores muy tóxicos que son peligrosos para las mucosas, los ojos y las vías respiratorias, incluso si se ventila. Una práctica que hay que prohibir para siempre.
6) Juntas de los azulejos: tampoco se deben limpiar con lejía
Es cierto que la lejía es muy buena para eliminar el moho y blanquear las juntas. Sin embargo, también provoca un gran desgaste, que afectará a la estanqueidad de las juntas. Como resultado, tendrá que cambiarlos más a menudo y el moho volverá a aparecer más fácilmente. Los cristales de soda o el percarbonato en agua caliente, una mezcla de bicarbonato y peróxido de hidrógeno o limón salado también funcionan bien.
7) ¿Desinfectar la fruta, la verdura o la nevera con lejía? ¡No es una buena idea!
La lejía, incluso diluida, no tiene cabida en los alimentos. Incluso después de aclarar, la lejía puede dejar rastros y hacer que los alimentos sean tóxicos. El agua bicarbonatada funcionará igual de bien y también eliminará algunos de los pesticidas de la piel de los productos frescos. En cuanto a la nevera, es mejor evitar también la limpieza con lejía, ya que ésta también puede ser tóxica si no se aclara correctamente. Además, su fuerte olor puede permanecer en los alimentos.
8) La madera tampoco debe limpiarse nunca con lejía
Si la lejía no está bien diluida, puede dañar la madera, haciéndola más porosa y frágil. También puede alterar el color de sus muebles y dejar manchas blancas que serán muy difíciles de eliminar sin un lijado y tratamiento a fondo de la madera. Dado que la lejía no sirve de mucho en la madera, es mejor evitar su uso.
9) Limpiar la cubierta con lejía: ¡no lo hagas nunca!
Además de que la lejía puede alterar la calidad de los materiales que componen su terraza, también es muy peligrosa para la fauna y la flora. Recuerda que aunque sea tu terraza, el mundo también pertenece a la naturaleza, a los animales y microorganismos que te rodean. Así pues, ¡evite quemar las plantas y contaminar el suelo circundante!
10) Juguetes para niños
Limpiar los juguetes de los niños es una buena idea, sobre todo porque a veces se los llevan a la boca. Por la misma razón, debes evitar los productos de limpieza, empezando por la lejía, que es muy tóxica. Incluso con un buen aclarado, es un riesgo que no se debe correr. En su lugar, utiliza agua jabonosa o un lavavajillas si tienes muchos juguetes de plástico que lavar.