La piel grasa no se trata como la piel seca. Tanto para los adolescentes como para los adultos y las mujeres embarazadas, y tanto si se debe a las hormonas (desequilibrio hormonal) como a la contaminación, es importante elegir el cuidado cosmético adecuado (mascarilla de arcilla, gel limpiador, crema hidratante, etc.) adaptado a su tipo de piel. Sin embargo, el clásico cuidado matificante de la farmacia rara vez es suficiente y a menudo acabamos con productos abrasivos que agreden la piel. Las glándulas sebáceas pueden entonces reaccionar de forma exagerada produciendo aún más sebo para proteger la piel, lo que a veces da lugar a pequeños granos, microquistes, poros dilatados y puntos negros. Sin embargo, regular la producción de sebo de la piel sin irritarla ni provocar rojeces no es una quimera. Lo único que hay que hacer es utilizar productos suaves y muy eficaces para el cuidado de la piel. Aquí tienes algunos remedios naturales para combatir la piel grasa.
1) Tenga especial cuidado con lo que come
El mejor remedio se encuentra a menudo en el plato, y reequilibrar la piel grasa no es una excepción. No es aconsejable consumir demasiados azúcares o grasas rápidas. Los productos industriales demasiado grasos o salados pueden alterar completamente tu piel (¡y tu salud!). Los productos lácteos también pueden influir a veces en la producción de sebo de la piel. Por lo tanto, es mejor limitarlos, así como el alcohol y los refrescos. En cuanto a los alimentos recomendados, el agua y el té verde son los primeros para asegurar una buena hidratación. Además, son muy beneficiosos los alimentos ricos en vitaminas (especialmente las frutas y verduras de temporada), zinc y omega-3.
2) Té negro y ortiga, dos remedios contra la piel grasa
Una infusión de ortiga (50 g por 250 ml) y té negro frío puede ayudar a regular la piel grasa. Basta con prepararlos y aplicarlos sobre la piel con un algodón como si fuera una loción. También puedes beber una taza de té de ortiga al día como parte de un tratamiento de tres semanas o tomarla en cápsulas. Ayuda a purificar la piel gracias a sus funciones alcalinizantes y drenantes para frenar la secreción de sebo.
3) El contenido de la nevera… ¡en la piel!
Muchos alimentos de la despensa pueden utilizarse en la piel, empezando por las rodajas de tomate, que son excelentes remedios para la piel grasa o con tendencia al acné. Basta con masajear el rostro limpio con ellos durante 15 minutos, evitando el contorno de los ojos. También puedes hacer una mascarilla contra el exceso de sebo con medio pepino, una clara de huevo, hojas de menta y unas gotas de zumo de limón. Hacer una pasta y dejarla enfriar en la nevera durante 10 minutos. A continuación, puedes aplicarlo sobre la piel y dejarlo actuar durante 30 minutos. Muy suave, el pepino cierra los poros y purifica la piel.
4) La mascarilla de rhassoul o de arcilla, remedios clásicos para la piel grasa
¿Le gustaría cambiar la simple mascarilla de arcilla, conocida por sus propiedades calmantes, curativas y reguladoras del sebo? Puede sustituir este ingrediente por rhassoul, que también luchará contra la sobreproducción de las glándulas sebáceas, todo ello sin alterar la película hidrolipídica de la piel. También se puede combinar la arcilla con otros ingredientes para potenciar su eficacia en la piel. Por ejemplo, puedes mezclar pepino y añadir una cucharada de miel y arcilla verde. Añadir una gota de aceite esencial de ylang-ylang (opcional). Obtendrá una mezcla matificante muy eficaz que no irritará su piel.
5) Remedios florales para la piel grasa
Los hidrolatos o aguas florales proceden, al igual que los aceites esenciales, de la destilación de plantas y flores. Se pueden utilizar de muchas maneras, como tónico por la mañana, como loción para completar el desmaquillado por la noche o como sustituto del agua para hacer una pasta con el rhassoul o la arcilla. Sin embargo, la oferta es muy amplia. Así pues, he aquí algunas aguas florales adaptadas a las pieles grasas y mixtas que brillan:
-Limón: antiséptico y reequilibrante
-Geranio: para una limpieza profunda y para calmar las irritaciones de la piel y cerrar los poros
-Hamamelis: antiinflamatorio, astringente, calmante y purificador
-Lavanda verdadera: cicatrizante, astringente y antiséptica (con excelente eliminación de impurezas)
-Rosa: hidratante, tonificante, reafirmante y excelente para cerrar los poros
-Salvia: antiséptica e hidratante (doble función, ¡también combate la transpiración!)
-Timo: ¡el más purificador y seborregulador!
6) Aceites vegetales aptos para pieles grasas
Se acabaron las ideas preconcebidas. Los aceites vegetales no son perjudiciales para la piel. Si se eligen bien, también pueden evitar el brillo de la piel debilitada o agredida. Sólo asegúrate de elegir aceites no comedogénicos que protejan la piel grasa y la traten. Con el tiempo, regularán la piel y acabarán por impedir que se vuelva grasa.
Aceite de jojoba: cercano al sebo de la piel, tiene un efecto hidratante y seborregulador a la vez que ayuda a reconstruir la película hidrolipídica.
-Aceite de avellana: cicatriza, repara, combate la deshidratación y regula el sebo.
Aceite de comino negro: ¡el favorito de las pieles con acné!
Antiinflamatorio, cicatrizante y regenerador, suaviza y calma la piel.
Aceite de semillas de uva: seborregulador, tiene una textura muy fina y no deja una película grasa.
-Por último, el aceite de sésamo: muy penetrante, reparador y antioxidante, protege ligeramente la piel de los rayos UV y la ayuda a regularse.
7) Remedios de aromaterapia para la piel grasa
-Añadir de 1 a 2 gotas de aceite esencial de petit grain bigarade a un poco de aceite vegetal o a su crema de día o de noche
Opte por el aceite esencial de ylang-ylang (antiséptico, seborregulador, regenerador y tonificante) diluido a un máximo del 3% en un aceite vegetal.
-Astrigente, cicatrizante y purificador, añada 1 gota de aceite esencial de lavanda verdadera a su crema de día y de 1 a 2 gotas a su mascarilla purificadora semanal.
Por último, considere el aceite de árbol de té para purificar la piel grasa y propensa al acné.